Será un día como tantos
y mi nombre morara,
alli donde el olvido
como un eco lejano
colgado a la sombra de tu voz.
Único y solitario seré
recuerdo que empalidece
ante la luz de tus días.
Mis palabras
abandonadas en silabas
de fuego ya extinguido,
se esfumaran;
en la profundidad de tu existencia.
Será un día, no como quisiera
porque se habrán marchado
en caravana de soledad;
mis únicos cuerpos de ternura
desmayados en razones auténticas,
motivos en agonía;
ya rendidos ante la fuerza de tu dolor
creciendo como el cielo.
Un día, no estare en ti
y ya nada quedara.
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